Siete por Siete: Restauración, dinero, exposiciones.

Antes y después.

Sant Pere de Galligants (Girona): círculo del rosetón durant su limpieza con láser. Foto: Arcovaleno Restauro SL.

Sacrificio de Ifigenia, mosaico, 60 x 55 cm, siglo I, MAC, Ampurias.

La revista Rescat. del Centre de Restauració de Bens Mobles de Catalunya nunca falla a la hora de presentar casos espectaculares de restauración. En  su número 32 se pueden encontrar artículos sobre las  intervenciónes realizadas en la fachada principal y la portalada de la iglesia de San Pere de Galligants y la limpieza del conocido mosaico del sacrificio de Ifigenia encontrado en Ampurias en 1848.

La Grossa, ¿también para el arte?

P. P. Rubens y taller, Lady Talbot-Grossa, 1620-2018, técnica mixta, 108,3 x 79,2 x 2,2 cm., MNAC.

El informe de 2017 de la Entitat Autònoma de Jocs i Apostes (EAJA) de la Generalitat  constata un aumento de sus beneficios, que pasen de los 7,1M€ de 2016 a 10,3M€. En 2018 las cosas pueden ir incluso mejor, pues ya se ha avanzado que la Grossa de Sant Jordi ha vendido un 5% y que la Grossa de Cap d’Any consiguió revertir la tendencia negativa de recaptación de los años anteriores. Todo va bien pues. Lo que sin embargo no ha cambiado, pues así lo marca la ley (en concreto, el art. 9.3 de la Ley 5/1986, de creación de la EAJA)  es que “el 100% de los beneficios de la Lotería de Cataluña van destinados al Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia de la Generalitat para el desarrollo de programas sociales que repercuten en los colectivos más vulnerables de la sociedad catalana“, como por otra parte explican en su web. Sin discutir la virtud de administrar una inyección extra al DTASF, nos podríamos preguntar si no seria igualmente interesante empezar a seguir el ejemplo de otros países (como el inglés Heritage Lottery Fund o la holandesa BankGiro Lotterij) y derivar una parte de los beneficios (o almenos del aumento de beneficios) al Departamento de Cultura, preferentemente para la adquisción de obras para nuestros museos y para la financiación de proyectos vinculados al patrimonio histórico. Si, por ejemplo, en 2017 se hubiese decidido un reparto del 80%/20%, el DTASF hubiera recibido igualmente más dinero que en 2016. Cultura, por su parte, tendría a su disposición los 2,06M€ que lo hubieran convertido instantáneamente en uno de los grandes coleccionistas del país – con mayor potencia si, además, pudiese administrar estos recursos como un fondo acumulable plurianual y si, al financiar una adquisición, buscara siempre el apoyo de terceros. Esta preeminencia le reportaría otros beneficios: con toda probabilidad los marchantes y los coleccionistas privados con ganas de vender tendirían a ofrecerle las mejores piezas. Se ayudaría así a resolver un problema crónico de financiación y oferta en las adquisiciones de obras, mediante una variación del gasto que prácticamente no afecta al equilibrio del presupuesto. Por lo demás, está comprobado que el impacto de las acciones en el campo cultura es amplio y permanente. En resumen, sólo hace falta canviar el art. 9.3 de la Ley 5/1986.

Números y éxito.

El pasado 26 de marzo The Arts Newspaper publicó su tradicional ranking de exposiciones más visitadas en todo el mundo. Su criterio no es el número total de visitantes, sino la afluencia diaria. Los resultados son reveladores: ninguno de los grandes museos tradicionales (Louvre, Metropolitan, National Gallery, Prado, Uffizzi, Ermitage, etc.) está entre los 20 primeros y sólo dos de los “grandes” más orientados al arte contemporáneo (el Pompidou y el MOMA) entran. El resto son instituciones no conocidas por sus colecciones permanentes (por ejemplo, la exposición de la colección Shchukin a la relativamente nueva Fondation Louis Vuitton de París ocupa la segunda posición), por lo que todo hace pensar que una de las claves de este tipo de éxito es bastante evidente: que el equipo de la institución vea la exposición temporal como vital para su estrategia y no confíe demasiado en el hecho de que los visitantes ya vendrán por lo que se expone de manera  permanente. El Guggenheim de Bilbao se gana una mención especial, con cuatro exposiciones, no necesariamente populares, (Ken Jacobs: The Guests, Bill Viola: a Retrospective, George Bazelitz: The Heroes y Signac, Redon, Tolouse Lautrec) ninguna de las cuales, por cierto, ha llegado a Cataluña.

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